En la provincia de Guadalajara contamos con tres alimentos distinguidos con la ‘Denominación de Origen’. Este reconocimiento garantiza al consumidor la excelencia de estos productos procedentes de la Alcarria.
D.O. MIEL DE LA ALCARRIA.
Consigue su acreditación de calidad a nivel nacional como denominación de origen en el año 1992 y, cuatro años más tarde, se reconoce por la Comisión Europea como Denominación de Origen Protegida.
El territorio que ocupa pertenece a las provincias de Guadalajara y Cuenca, formando una unidad geográfica de 4.200 km², que da lugar a la comarca natural de la Alcarria, reconocida porque sus habitantes han vivido tradicionalmente ligados a la actividad apícola.
La flora es la típica mediterránea, con abundancia de plantas aromáticas de la familia de las labiadas, que, con la presencia de la abeja (apis mellífera), da lugar a una miel de una consistencia que puede ser fluida, viscosa y, en muchos casos, cristalizada, lo que avala su pureza y calidad. Es muy suave al paladar y rica en aromas, al no permitirse procesos de pasteurización, conservando así íntegras sus propiedades terapéuticas.
Teniendo en cuenta su origen floral se clasifica en tres tipos:
Miel monofloral de espliego (Lavándula Latifolia Medicus), Miel monofloral de romero (Rosmarinus Officinalis L.) y miel multifloral.
D.O.ACEITE DE LA ALCARRIA
La Denominación de Origen Aceite de Oliva de la Alcarria inició su andadura de la mano de la Asociación Oleícola de la Alcarria, en el año 2003, hasta conseguir la acreditación de la Comisión Europea como Denominación de Origen Protegida en el 2009.
La demarcación geográfica se extiende a través de una superficie delimitada de más de 28.000 ha, repartidas equitativamente entre las provincias de Guadalajara y Cuenca. Los olivos de la variedad castellana o verdeja se caracterizan por su pequeño porte y producciones escasas, al estar sometidos a temperaturas de hasta -5º C, sin oxidación del fruto, sobre suelos en pendiente y poco profundos.
Esta aceituna verdeja solo se produce en la Alcarria, lo que la diferencia del resto de variedades existentes, dando lugar a un producto de color verde limón, más o menos intenso, muy afrutado y aromático, con sabores a hierba, avellana o plátano y con intensidad leve, en amargos y picores.
El aceite obtenido no debe superar el 0,7 % de acidez, el nivel máximo de peróxidos es del 15 % y la humedad y el nivel de impurezas no puede rebasar el 0,1 %.
D.O. VINO DE MONDÉJAR
La tradición vinícola de Guadalajara se remonta a la Baja Edad Media, aunque las primeras referencias escritas que existen datan del siglo XVI, cuando, en las relaciones topográficas de Felipe II, se habla de la calidad de los vinos de Mondéjar, afirmando que son “de buena calidad” y se llevan a la corte “para gente ilustre”.
Veinte municipios de la Alcarria Baja se incluyen en la Denominación de Origen Vino de Mondéjar, conseguida en 1997.
Presenta un paisaje de pendientes suaves, con suelos rojos, sobre sedimentos limoarcillosos con grava y pardo-calizos, sobre margas, areniscas y conglomerados, en general son profundos y aireados, a una altitud media de 800 m, precipitaciones de 501 l/m² y un periodo de heladas que va desde noviembre hasta abril.
La elaboración se realiza de manera tradicional, con variedades de uva tinta (tempranillo, cencibel y cabernet-sauvignon) y blanca (torrontés, malvar y macabeos), obteniéndose también vinos rosados.