Pastrana está enclavada en plena Alcarria y debe su gastronomía a las tradiciones de esta zona. Tradición de rebaño, y como resultado el cordero y el cabrito asado. El cordero asado fue reconocido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en 2009, otorgándole el distintivo ‘Marca de Calidad Diferenciada’, Figura de Calidad Agroalimentaria de Castilla-La Mancha.
Tradición de platos fuertes, como las gachas y las migas, alimento de pastores para aguantar largas jornadas en el campo. Las gachas se elaboran a base de harina de almortas, un tipo de legumbre, y se comen con cuchara o mojando pan. En la actualidad suelen ir acompañadas por chorizo, morcilla o panceta. La receta de migas varia más, según el gusto del cocinero, pero en esencia consiste en pequeños trozos de pan duro sofritos en aceite de oliva, junto con ajos, pimentón y carne de cerdo. Este sencillo plato era el desayuno típico de los pastores. Hoy en día en los restaurantes de Pastrana encontrarás las migas elaboradas al estilo pastranero, añadiendo uvas y huevo frito.
Tradición derivada del campo alcarreño: la Alcarria tiene una gran variedad de flores y como resultado, una gran tradición de apicultura. La miel no sólo la encontramos a la venta en Pastrana, sino como ingrediente en diferentes platos de los restaurantes. En marzo se vuelve el producto estrella de la Feria Apícola, un homenaje bien merecido a este apreciado néctar. Otro producto de que estamos orgullosos es el aceite de oliva; de hecho, el aceite de oliva de la Alcarria ha conseguido La Denominación de Origen Protegida (DOP) como sello de calidad.
Sin olvidarnos de los golosos, Pastrana ofrece dulces bocados como el dobladillo, las yemas de Santa Teresa y los bizcochos borrachos. A todo esto añadimos el elemento gastronómico de los festivos. En las celebraciones de San Antón, en enero, los vecinos se reúnen en la ermita a comer panecillos con chorizo, naranjas y de postre, los bollos conocidos como ´caridades´. El día de San Sebastian, el patrón de Pastrana, se celebra con una comida popular de migas y gachas, preparada por un grupo de pastraneros. Más adelante, en Semana Santa, igual que en otros sitios, comemos el hornazo de Pascua, un roscón en cuyo centro se encuentra un huevo cocido.
La villa de Pastrana no sólo ofrece monumentos, historia y naturaleza, sino una rica tradición de gastronomía. ¡Buen provecho!