Teresa de Cepeda y Ahumada (Ávila 1515 – Alba de Tormes 1582), es una de las principales figuras femeninas de las letras de la Edad Moderna. Religiosa reformadora de la orden del Carmelo y doctora de la Iglesia, es considerada la más importante figura de la mística cristiana y uno de las referentes de la vida espiritual de la Iglesia. Fue beatificada en 1614 por Paulo V y canonizada en 1622 por Gregorio XV.
La historia de Pastrana no se puede separar de la historia de la santa y de la orden carmelita, pues en 1569 fue llamada Teresa por los príncipes de Éboli para que en su Villa desarrollara la fundación de dos conventos, el de san Pedro y el de san José, fundación masculina y femenina respectivamente.

La “Mirada de Teresa de Jesús” es la ruta que camina sobre sus pasos, sobre las huellas que Teresa grabó en Pastrana. Comienza en el Palacio Ducal (La Mirada Histórica), donde fue recibida por los príncipes y donde se alojó temporalmente. En su capilla impuso el hábito del Carmelo Descalzo a los dos primeros frailes de la reforma, los italianos fray Ambrosio Mariano y fray Juan de la Miseria. Sería el palacio, testigo inmortal de los enfrentamientos entre la princesa y la santa abulense por el interés de la primera en leer el libro que sobre su vida escribía santa Teresa.

Los dos lugares teresianos por excelencia de Pastrana son sus conventos carmelitas. El de san Pedro (La Mirada Fundacional), a las afueras de la Villa donde la santa encargaría la a san Juan de la Cruz la función de maestro de novicios y donde sus primeros frailes serían los mencionados fray Ambrosio y fray Juan. El otro lugar unido a la santa será el convento de san José (La Mirada Contemplativa), donde ingresó la princesa tras la muerte de Ruy Gómez. Este hecho produciría que las monjas una noche y a escondidas abandonaran la fundación. Celebre es la frase de la priora al enterarse de los deseos de la princesa de entrar en profesión, “¡la princesa monja!, ya doy la casa por deshecha”. El último lugar con presencia teresiana es la iglesia-colegiata (La Mirada de la Fe), donde podemos contemplar en su Museo Parroquial de Tapices numerosos recuerdos y reliquias de la santa, entre los que destaca su Busto-Relicario entre otros.

La presencia de santa Teresa de Jesús en Pastrana se palpa en cada rincón y se respira un ambiente místico, pues por ello es santa Teresa la patrona y la protectora de la Villa. Cada 15 de octubre se celebra su festividad, por ser Pastrana la única ciudad teresiana con dos fundaciones carmelitas.