En muchas ocasiones nos preguntan en la oficina de turismo de Pastrana por alguna ruta senderista o paseo largo y qué mejor que descubrir las ermitas que aún nos quedan y las que no. Llegar hasta ellas nos proporciona agradables paseos por la villa y sus alrededores, una mezcla de naturaleza, paisaje y patrimonio.
La propuesta es un paseo para descubrirlas o si no queremos andar tanto, disfrutarlas desde lejos o incluso, si han desaparecido, recordarlas.
Consultando en el diccionario, ermita es capilla o iglesia pequeña, es por eso por lo que iniciamos el recorrido en la capilla del Palacio Ducal donde oía misa la Princesa de Éboli y donde el 9 de julio de 1569, Santa Teresa de Jesús impuso los hábitos a los primeros frailes carmelitas descalzos en Pastrana. Los artesonados y azulejos son los que disfrutaron estas dos grandes damas. Si deseas verlos no olvides antes reservar la visita guiada que se ofrece desde la oficina de turismo. Teléfono: 949 370 672
En los adarves, el gran balcón de la plaza de la Hora, hay una escalinata que desciende y te lleva a la parte más baja de la villa: la plaza de los Remedios. Allí se encontraba la ermita al que le debía su nombre y que era llamada popularmente de San Pedrillo por albergar una talla pequeña de San Pedro.
De camino al Convento del Carmen, nos topamos con la ermita de San Sebastián, patrón de la villa. La ermita se funda en 1764 y se reedifica en 1830.
Si continuamos la carretera dirección Zorita de los Canes, a tan sólo 2 kilómetros, llegaremos a uno de los lugares más hermosos de Pastrana, la vista del pueblo desde allí merece la pena. Fue el lugar donde estaba la ermita de San Pedro que donó Ruy Gomez de Silva, Príncipe de Éboli, a la orden masculina Carmelita descalza. Aquella ermita fue el origen del gran edificio que ahora admiramos y que alberga un Museo de arte sacro, el Museo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa. En la huerta hay dos pequeñas ermitas una dedicada a Santa Teresa y otra a San Pedro.
De vuelta a la plaza de los Remedios y por la calle de las Monjas y luego la corredera de las Nieves llegamos a la ermita de las Nieves. Desde allí, las ruinas de San Agustín se ven no muy lejos y puedes acercarte hasta ellas para contemplar la portada que aún sigue en pie.
“28 de agosto de 1589 hubo una nube tan grande, que no hay memoria de otra semejante en esta villa. Se inundó la mayor parte del pueblo, se arramblaron todas las huertas y hortalizas. La iglesia y el convento de San Francisco se llenaron de agua y piedra, de modo que en muchos días no se pudo celebrar; y se ahogaron treinta y cinco personas .El Ayuntamiento y Cabildo, creyendo que debían su salvación al glorioso San Agustín, acordaron guardar su día como festivo, subirle en procesión a la iglesia de San Francisco cantando la Letanía de los Santos, y que no se matase carne la víspera, para que ayunasen.“ Esto nos cuenta Mariano Pérez y Cuenca en su Historia de Pastrana.
San Antón será el siguiente objetivo. Se encuentra al borde de la carretera, CM200, a la entrada de Pastrana. Recorriendo las enrevesadas callejas y callejuelas llegamos hasta allí, un lugar de descanso ideal ya que acompaña a la ermita un merendero con sombra.
La carretera nos acompaña hacia el pueblo hasta llegar a la Plaza del Deán donde además de encontrarse el convento más antiguo en Pastrana está la ermita de Santa Ana, actual sede de la Banda de Música y escuela de música.
Un atajo para llegar a la Plaza de la Hora, inicio de nuestro recorrido, será el Callejón de los Toros, que lo encontramos después de pasar el arco de la muralla, arco de San Francisco.
Desde el centro de la plaza de la Hora y alzando la mirada, hay dos ermitas que con sus miradores nos conceden dos de las panorámicas más bellas de Pastrana; la ermita del Sagrado Corazón de María, con el Sagrado Corazón de Jesús a su derecha y la ermita del Calvario. Pero estas serán para otro día…..
Hay un error en la denominación de la ermita de San Antón. La ermita está dedicada a la virgen del Val. De hecho todo el paraje colindante se llaman del Val de Arriba o de Abajo. San Antón es una imagen dentro de la ermita. Aunque la advocación principal no tenga fiesta, ni hermandad que la sustente,(San Antón si se celebra). No es el titular de la ermita.
Borja, gracias por la corrección.
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