1948-2018

70 aniversario de la publicación del libro

Camilo José Cela

“ La Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir. Yo anduve por él unos días y me gustó.”

Cela en su “Viaje a La Alcarria” nos traslada a la España de la postguerra lo que nos permite comparar la Pastrana de entonces con la actual.

Capítulo XI: PASTRANA

«A Pastrana llega el viajero con las últimas luces de la tarde. El autobús lo descarga a la entrada del pueblo, en lo alto de una cuesta larga y pronunciada que no quiere bajar, quizás para no tener que subirla a la mañana siguiente, cargado de hombres y de mujeres, de militares y paisanos, de baúles, de cestas, de cajones, de morrales y de sombrereras. (…)

Pensando en esto baja, sin mirar demasiado para los lados, hasta la plaza. Busca una posada y en la plaza, sin duda, podrán darle razón. Lo que quiere no es mucho y lujos no necesita. Pastrana es un pueblo grande y probablemente con media docena, entre fondas, posadas y paradores, de sitios donde elegir. »

PALACIO DUCAL Y PLAZA DE LA HORA (Conócelo)

«A la mañana siguiente, cuando el viajero se asomó a la plaza de la Hora, y entró, de verdad y para su uso, en Pastrana, la primera sensación que tuvo fue la de encontrarse en una ciudad medieval, en una gran ciudad medieval. La plaza de la Hora es una plaza cuadrada, grande, despejada, con mucho aire. (…)

En la plaza de la Hora está el palacio de los duques, donde estuvo encerrada y donde murió la princesa de Éboli. El palacio da pena verlo. (…)

El viajero no sabe de quién será hoy este palacio —unos le dicen que de la familia de los duques, otros que del Estado, otros que de los jesuítas—, pero piensa que será de alguien que debe tener escasa simpatía por Pastrana, por el palacio, por la Éboli o por todos juntos. »

Actualmente el Palacio Ducal se encuentra restaurado y es propiedad de la Universidad de Alcalá de Henares desde el año 1997.

COLEGIATA Y MUSEO DE TAPICES (Conócelo)

«Ahora, como decimos, los tapices ya no están en la extinguida colegiata de Pastrana. Los pastraneros los reclaman, un día y otro, pero sus voces caen en el vacío. Su argumento no tiene vuelta de hoja —devuélvanos lo que es nuestro—, pero se les contesta con que en Pastrana no hay un buen sitio donde tenerlos y que en la sacristía donde se mostraban se estaban echando a perder. (…)

Haber sacado de Pastrana los tapices para traerlos a la capital ha sido, además, un error: es mucho más grato encontrarse las cosas como por casualidad, que ir a buscarlas ya a tiro hecho y sin posible riesgo de fraude.»

Actualmente los tapices se encuentran restaurados y expuestos en el nuevo Museo Parroquial de Tapices de Pastrana inaugurado en 2014. 

Fuente de los CUATRO CAÑOS (Conócelo)

«El viajero, en la plaza de los Cuatro Caños, se encuentra con una fuente esbelta, en forma de copa, cubierta por una losa hendida por los años y rematada por un peón de ajedrez. De la fuente no mana el agua y en las grietas de la losa nacen unos yerbajos desgarbados. Para que se pueda sacar una fotografía, el alcalde ordena que se dé agua a los caños, y el alguacil, entonces, va a buscar un hierro y los desatasca. Algunas mujeres aprovechan para llenar sus cántaros y sus botijos.»

Fue restaurada por la Fundación Caja Madrid en el año 2001.

CONVENTO DEL CARMEN (Conócelo)

«Al convento del Carmen se sube por la cuesta que lleva a la ermita de San Pedro de Alcántara; debajo queda la gruta de San Juan de la Cruz, y a la derecha, como una proa, la ermita de Santa Teresa. Todos estos lugares son muy literarios y están adornados con huesos de personas, con relojes de la vida y con inscripciones alusivas a la brevedad de nuestras horas y a la que nos espera. (…)

La gruta de San Juan está medio hundida y su boca aparece casi cubierta por la maleza; dejarla como la usara el santo, es cosa que se arreglaba con dos vigas; a las yerbas se las raía con fuego en media, hora. El convento aparece a cien pasos, o aun menos, de las ermitas.»

Actualmente alberga el Museo del V Centenario de Santa Teresa.

ZORITA de los CANES, RECÓPOLIS (Conócelo)

“Enfrente de Zorita, al otro lado del río, se ven los restos de la ciudad visigoda de Recópolis, y en sentido contrario, sobre la carretera que va a Albacete, se adivina Almonacid de Zorita, el pueblo donde, hace ya más de un cuarto de siglo, estuvo de boticario el poeta León Felipe. (…)

En el viaje de regreso el viajero, sentado junto a don Paco, va pensando que su excursión por la Alcarria ha terminado. La idea le produce alegría, por un lado, y tristeza, por otro. Ha aprendido muchas cosas y, sin duda, le han quedado otras muchas por aprender.”

Actualmente la ciudad visigoda es Parque Arqueológico y alberga el Centro de Interpretación de Recópolis.